Asia Pacífico y América Latina, dos regiones pujantes en creciente interacción
Discurso de la Embajadora Patricia Holmes
Conferencia “Presente y futuro de la cooperación en la Cuenca del Pacifico y América Latina”
Realizada el 27 de septiembre de 2012 en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales
Felicito al CARI por tener la iniciativa de analizar más detalladamente la cooperación existente y potencial entre nuestras dos regiones. Tanto la región Asia Pacifico como la Latinoamericana se componen mayormente de países en desarrollo, aparte de Australia, Nueva Zelanda y Japón. Ambas regiones están creciendo rápidamente, y ambas son fundamentales para el viraje de poder de los países tradicionales de occidente a una perspectiva del mundo más equilibrada. Para Australia, estamos en la intersección de éstas dos grandes regiones. Geográficamente, dependiendo de en qué dirección se vuele y a qué parte del Asia Pacifico esté yendo, pero también en términos de vínculos, economía e historia. Estamos en la región Asia Pacifico, somos un país desarrollado, pero nuestra economía se basa en los recursos y cada vez más en los servicios, como muchos países de Latinoamérica. Tenemos vínculos crecientes con esta región y tenemos vínculos extensos y de larga data con Asia. Y sé que ése es el caso con Nueva Zelanda también, como escucharán pronto de parte de mi colega, el Embajador de Nueva Zelanda.
Australia y Asia
Australia reconoció hace tiempo que mientras su pasado estaría siempre ligado a Gran Bretaña y a Europa, su futuro estaría fuertemente ligado a Asia. De esto hace tanto tiempo ya que por cierto ya tenemos mucha historia con Asia también. En el período luego de la Segunda Guerra Mundial, uno de nuestros ex Primer Ministros, Ben Chifley, vio el potencial de lo que luego fue un billonario mercado asiático. En los 80s y 90s, el Primer Ministro Bob Hawke, y luego su sucesor, Paul Keating, vieron la virtud de estrechar más los lazos de Australia con Asia. El Sr Hawke, el Sr Keating y el subsiguiente Primer Ministro Howard trabajaron arduamente para preparar a Australia para la competencia internacional y los desafíos y las oportunidades que se presentarían con el crecimiento dinámico de Asia. A través de la flotación del dólar, la liberalización de los mercados financieros, la eliminación de barreras comerciales, la privatización de empresas del Estado ineficientes y la implementación de una política nacional de competencia, Australia creó una economía abierta y competitiva que era fuerte, flexible y capaz de sacar provecho del despegue de Asia. El resultado es que ahora Australia juega un papel importante en la industrialización de China. Además de la exportación de recursos, en 2010 China reemplazó a los Estados Unidos como el mayor mercado de exportación de servicios de Australia. Ésta es una tendencia que queremos promover a medida que la expansión de la clase media en China empuja la demanda de todo, desde educación y turismo a servicios legales y diseño urbano.
Treinta años atrás, la economía china era el 9 por ciento del tamaño de la economía estadounidense. Hoy la economía china representa la mitad del tamaño de la estadounidense. De acuerdo a algunas estimaciones, dentro de los próximos cuatro años llegará a ser casi dos terceras partes de la economía estadounidense, y seguirá creciendo. Y mientras es cierto que existe un debate sobre cuán promisorio se ve el futuro de China, nosotros más que un cambio brusco, prevemos que su crecimiento se estabilizará.
Yo veo que en Argentina la gente comprende la importancia de China y de la India, pero están recién comenzando a comprender la importancia de muchos otros países en la región, incluyendo Indonesia, Vietnam, Malasia y Tailandia. En tan solo 6 años, los 10 países ASEAN aumentaron su participación en la economía global por 50 por ciento. Indonesia, vecino muy cercano de Australia, podría estar entre las 10 mayores economías del mundo en el 2030. El crecimiento de los países asiáticos mas allá de China será importante para América Latina, como lo será para Australia, y debemos comprender mejor toda la región.
Esta necesidad es lo que motiva el anuncio, por parte de nuestra Primer Ministro Julia Gillard, del proyecto para realizar lo que llamamos un “Informe Blanco” sobre Australia en el Siglo Asiático. En este ejercicio, grupos industriales, académicos, sindicatos y otros interesados están presentando ideas para su consideración por el gobierno, sobre cómo aprovechar el crecimiento económico fenomenal y el cambio social que está ocurriendo en toda Asia. Es un proceso interesante, que ha generado controversias además de ideas. Una pregunta clave, por ejemplo, es si suficientes jóvenes australianos están aprendiendo idiomas asiáticos y, si no lo están, por qué no.
Australia y América Latina
Centrándonos en América Latina, es cierto decir que las alianzas de cooperación tradicionales entre Australia y América Latina han sido mayoritariamente en la esfera multilateral, en las Naciones Unidas, en la OMC, a través de cooperación en el Grupo Cairns y en temas de medio ambiente y de la Antártida. De cierta manera esto refleja nuestros pasados y estructuras económicas similares, basadas en la agricultura y en muchos países ahora la minería. Pero esto está cambiando rápidamente. Australia es consciente de que Sudamérica es una parte cada vez más dinámica de la economía global, con excelentes perspectivas. Hemos aumentado nuestra participación en varios frentes: en cooperación para el desarrollo hemos comprometido AUS100 millones por cuatro años a la región, y esto continuará. Esto incluye becas para estudios de postgrado en Australia; programas de cooperación entre gobierno y universidades en Australia y en países de la región; proyectos específicos en algunos países, incluyendo Paraguay y Bolivia y los países de Centroamérica centrados en áreas como educación. También tenemos programas abiertos a grupos comunitarios y ONGs, incluyendo programas específicamente centrados en Derechos Humanos. Tenemos un acuerdo de libre comercio con Chile y estamos negociando el Acuerdo Trans-Pacifico de Asociación Económica que ahora incluye Chile, Perú y México. Tenemos visas de trabajo y vacaciones para argentinos y chilenos y estamos evaluando expandirlas a Uruguay. Para turistas argentinos y brasileños se pueden solicitar visas on-line, y están listas generalmente en solo 8 horas. En el lado empresario, tenemos cada vez más empresas australianas haciendo negocios en la región, incluyendo empresas mineras, de seguros, de construcción y la agro-industria. En este año solamente, hemos tenido dos conferencias sobre minería en Sydney centradas en Latinoamérica, incluyendo Latin América Down Under en Mayo, a la cual asistí, junto con el Ministro de Recursos de Uruguay, Roberto Kreimerman y otros ministros y representantes de toda la región. Planeo asistir a esta conferencia el año que viene y espero poder contar con la presencia de un alto funcionario argentino.
Participación en minería sostenible y relacionamiento con la comunidad es un tema en el cual muchos países latinoamericanos valoran la experiencia de Australia, y es importante para ellos políticamente dada la historia controvertida que tiene la minería en algunas partes de Latinoamérica. A principios de este año, CSIRO abrió en Chile su Centro de Excelencia Minera para trabajar con instituciones académicas y la industria para abordar las necesidades de la minería tanto en Latinoamérica como en Australia. Complementará la labor del Centro Internacional de Minería para el Desarrollo, una asociación entre la Universidad de Western Australia y la Universidad de Queensland, creada en virtud de otra iniciativa australiana, la Iniciativa de Minería para el Desarrollo, que busca proveer a los países herramientas para construir un sector minero sostenible, haciendo mejor uso de ingresos y promoviendo prácticas sostenibles social y ambientalmente.
También tuvimos una delegación de argentinos que viajó a Australia para asistir a la conferencia Beef Australia, destacando el potencial de trabajo en conjunto en agricultura. El material genético era uno de los temas de mayor interés para los delegados argentinos. En el tema de educación, Australia posee un sector pujante de servicios para la educación liderado por sus excelentes universidades. Este año Australia tuvo 5 universidades clasificadas entre las 100 mejores del mundo. Y en mis 10 meses como Embajadora, he presenciado una exposición de educación con alrededor de 20 instituciones australianas, un seminario brindado por la Facultad de Medicina de Sydney University con la Universidad Austral y la UBA, y una delegación de tres universidades argentinas que viajó a Australia para explorar oportunidades de cooperación. Estas actividades buscan no solo atraer estudiantes, sino aumentar la cooperación en investigación, el intercambio de estudiantes y profesores, y crear vínculos permanentes. En Australia se reconoce la calidad de la educación en la región y existe un interés cada vez mayor de los estudiantes en viajar aquí y en aprender español. En el tema de medio ambiente y cambio climático, el desafío está no solo en ajustar las emisiones (Australia recientemente introdujo un impuesto a las emisiones de carbono) sino en avanzar en la adaptación, ambos temas en los cuales la Argentina y Australia pueden trabajar. Y claramente no puedo dejar afuera el deporte – con los próximos enfrentamientos aquí en argentina entre los Pumas y los All Blacks y los Wallabies.
Vínculos entre ambas regiones
Aplicando una mirada más amplia a la región, vemos que los vínculos entre Asia y Latinoamérica son importantes y crecientes. China ya es el segundo mayor socio comercial de la Argentina, y para Brasil es el principal mercado y segunda mayor fuente de importaciones (después de Estados Unidos). Pero los vínculos se están ampliando, por ejemplo este año asistí al primer diálogo interreligioso Indonesia-Argentina, que siguió a un evento similar en Chile. Y sé que mis colegas en la Cancillería argentina que trabajan con la región están cada vez más ocupados con ésta mayor interacción – siempre es una buena señal cuando los diplomáticos están trabajando duro!
Al analizar los vínculos existentes y potenciales, es importante comprender la diversidad de ambas regiones, lo cual plantea interrogantes acerca de la mejor forma de interactuar. Existen obviamente muchos aspectos de esta diversidad, pero me gustaría mencionar las diferentes políticas comerciales y económicas, particularmente las vigentes en Latinoamérica. Australia y Nueva Zelanda han trabajando con muchos países en la región durante muchos años en el tema de reforma comercial, particularmente centrada en la liberalización del comercio agrícola. De hecho, 10 de los 19 miembros del Grupo Cairns son países latinoamericanos, mientras 7 son del Asia Pacifico. Muchos países en ambas regiones comprenden la importancia de la liberalización comercial, tanto para el éxito de sus propias economías como del crecimiento mundial. A juicio de Australia, las naciones exitosas serán aquellas que mantengan su compromiso con la reforma, con hacer que sus economías funcionen de la manera más eficiente posible. La reforma genera flexibilidad y la capacidad de responder a circunstancias cambiantes. La única manera de salir adelante y mantener la delantera en el Siglo Asiático es continuar haciendo frente a la difícil tarea de avanzar con la reforma económica, fortaleciendo la competitividad económica en mercados difíciles. Muchos, pero no todos, los países en ambas regiones comprenden esto y ésos países estarán a la vanguardia de la mayor interacción entre ambas regiones.
Australia puede ser el engranaje que conecte los motores de crecimiento de América Latina y el Asia Pacifico. Las empresas de Latinoamérica que busquen aprovechar el dinamismo de Asia pueden considerar establecer su presencia en Australia. Tenemos un marco legal maduro y transparente. Tenemos un sistema financiero robusto. Tenemos un sistema político estable. Estamos en el huso horario apropiado. Tenemos una buena reputación en Asia. Y tenemos amplia experiencia en la región. La mayor procesadora y empaquetadora de carne de Brasil, JBS, ya está instalada en Australia y está utilizando esa base para expandir su presencia en Asia. Y el gigante de hierro de Brasil, Vale, ha instalado su sede mundial de carbón en Australia.
Conclusión
Me gustaría cerrar con una pregunta, antes que con una conclusión, que refleja un poco nuestro pensamiento sobre interacción con la región. Hay un gran número de grupos regionales en América Latina, algunos incluyendo a Estados Unidos y Canadá. Nosotros tenemos participación en FOCALAE (Foro de Cooperación entre América Latina y Asia del Este), estamos involucrados en las negociaciones del Acuerdo Trans-Pacífico, tenemos estatus de observador en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), y tenemos un diálogo permanente a través del CER-Mercosur. Nos preguntamos si esto es suficiente, o si deberíamos interactuar más estrechamente con otros organismos regionales y, de ser así, ¿con cuáles y cómo?
Muchas gracias, y aguardo con interés participar en lo que seguramente será un seminario fascinante.