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Australia y el G20 en 2014 HOM Discurso CADAL Feb 2014

Australia y el G20 en 2014: crecimiento y empleo en el mundo

Discurso de la Embajadora Patricia Holmes
26 de febrero de 2014, Foro Diplomático CADAL

 

Me complace mucho estar hoy aquí para hablarles acerca del G20 y los planes de Australia para nuestro año como país sede, el 2014. Mi presentación se va a dividir en tres áreas: en primer lugar, un breve panorama general del G20, por qué es importante y cuáles creemos que han sido sus éxitos en los últimos años; en segundo lugar, nuestros planes y prioridades para 2014; y en tercer lugar, cerraré con algunas breves ideas sobre la importancia del G20 para la Argentina.

G20: introducción

Como seguramente sabrán ustedes, el G20 es el principal foro en el mundo de hoy para la cooperación económica y toma de decisiones a nivel internacional. Surgió en 1999, al resultar evidente, en una Cumbre del G7, que el grupo de siete grandes economías del mundo no representaba a todos los actores principales de la economía mundial. No reflejaba la nueva realidad. En 2008 el G20 fue elevado del nivel de Ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales al nivel de Líderes. La primera Cumbre fue celebrada en Washington en 2008 como respuesta al colapso de Lehmans y la inminente crisis financiera. Desde entonces ha habido 8 Cumbres de Líderes, la más reciente en San Petersburgo en septiembre del año pasado.

Los países del G20 representan el 85 por ciento de la economía mundial, 80 por ciento del comercio internacional, y dos tercios de la población del mundo. El G20 incluye las economías emergentes: los BRICS más Argentina, México, Arabia Saudita, Turquía, Corea del Sur e Indonesia. El G20 representa a todas las regiones, pero sigue siendo suficientemente reducido como para ser un organismo eficaz de toma de decisiones.

El G20 está además estructurado para facilitar el acuerdo y la acción entre los líderes. Cada líder designa a un “Sherpa”, y los Sherpas se mantienen en contacto directo entre sí. La Sherpa de Australia es la Dra. Heather Smith, una muy alta funcionaria del Departamento del Primer Ministro y el Gabinete en Canberra. El G20 no tiene secretaría ni funcionarios propios: las reuniones son organizadas por el país que ejerce la presidencia cada año, con una instancia coordinadora informal llamada la “Troika”, conformada por los presidentes anterior, actual y próximo. Australia es actualmente parte de la Troika junto con Rusia (2013) y Turquía (2015).

Y entonces, ¿qué ha logrado realmente el G20? ¿Se trata sólo de un foro de debate internacional más, sin resultados concretos? Para empezar, podemos hablar de una serie de importantes respuestas que brindó el G20 cuando el mundo enfrentaba la crisis financiera mundial de 2008-2009.

En primer lugar, las acciones decisivas y coordinadas del G20 impulsaron la confianza de consumidores y empresas y sustentaron las primeras etapas de la recuperación económica. Se conjuró la amenaza de una recesión mundial al demostrar que los líderes mundiales más importantes podían trabajar en conjunto.

En segundo lugar, los líderes acordaron sustanciales recursos adicionales para el FMI y los bancos multilaterales de desarrollo.

En tercer lugar, los líderes establecieron un Consejo de Estabilidad Financiera. El Consejo coordina y supervisa la implementación de reformas en las instituciones financieras privadas, así como los mecanismos regulatorios nacionales y mundiales, para reducir el riesgo de una nueva crisis.

En cuarto lugar, el G20 ayudó a evitar un brote de proteccionismo del tipo del que se vivió durante la Gran Depresión, en particular por medio del acuerdo de una “moratoria” sobre las medidas proteccionistas.

En quinto lugar, se colocó el desarrollo como tema firme de la agenda de los líderes más importantes del mundo.

Más recientemente, en la última Cumbre en San Petersburgo, el foco de atención estuvo puesto en reforzar el crecimiento económico y en la creación de empleo. La Cumbre brindó también una oportunidad para que los líderes se ocuparan de una problemática fundamental del momento: la guerra civil en Siria, que sigue siendo una crisis humanitaria catastrófica.

Australia y el G20

Pasando al tema de Australia, nosotros seremos sede de una serie de reuniones durante 2014 hasta llegar a la Cumbre de Líderes, que se celebrará el 15 y 16 de noviembre de 2014 en Brisbane, Queensland. Tendremos una reunión de Ministros de Comercio el 19 de julio, y una de Ministros de Trabajo en septiembre. Habrá cuatro reuniones de Sherpas. Se acaba de celebrar la primera reunión de Ministros de Finanzas, el 22 y 23 de febrero en Sydney, y tendremos otra en septiembre.

La prioridad de Australia para el 2014 es promover el fortalecimiento del crecimiento económico y la creación de empleo. También daremos prioridad a aumentar la capacidad de la economía mundial de resistir shocks futuros. Esto es particularmente importante para las economías emergentes.

Para lograr el crecimiento y la creación de empleo, nos concentraremos en: comercio, infraestructura, reforma de los mercados financieros, fortalecimiento de los sistemas tributarios, mercados de energía y lucha contra la corrupción.

Un crecimiento escaso del comercio mundial es malo para el crecimiento económico y el desarrollo en todos los países, y esto es malo para la creación de empleo. La labor reciente sobre cadenas de valor mundiales ha recalcado la importancia fundamental para el comercio y el crecimiento del marco de políticas nacionales. Las deliberaciones sobre comercio deben volver a encarar los temas básicos: por qué tanto las importaciones como las exportaciones son buenas para el crecimiento económico de un país y para el empleo. Se trata de una lección que Australia ya ha aprendido, y creo que esto es algo que podría beneficiar a la Argentina. Así como el comercio interior aumenta la riqueza, el comercio entre naciones también la aumenta: por eso todos deberíamos propugnar una mayor libertad en el comercio.

El fortalecimiento de los sistemas tributarios también es importante para el crecimiento económico. El solo hecho de que los líderes de los países que generan el 85 por ciento del PBI mundial acordaran los principios necesarios para un sistema impositivo justo en una economía globalizada, ya sería un gran paso adelante. Como presidente del G20, Australia encabezará una mayor cooperación contra la erosión de la base impositiva y el desplazamiento de rentas entre países, incluyendo mediante un mejor intercambio mundial de información tributaria. Será un paso importante hacia la modernización del sistema tributario internacional y el fortalecimiento de las finanzas públicas. Tal vez sea cierto que a nadie le gusta pagar impuestos: pero, para que un país pueda funcionar correctamente, es fundamental que los impuestos se cobren de manera justa y eficaz.

Respecto de la financiación de infraestructura, nuestro Primero Ministro Tony Abbott espera que, siendo sede del G20, podamos reunir a hacedores de políticas, financistas y constructores para identificar formas prácticas de aumentar el financiamiento a largo plazo para el desarrollo de infraestructura.

Los países en vías de desarrollo necesitan infraestructura nueva, y los países desarrollados necesitan infraestructura reconstruida; pero casi todos los países tienen dificultades para financiar la infraestructura que necesitan.

Debemos atraer más capitales privados por medio de políticas de precios sensatas y mejores prácticas regulatorias.

Lo que los inversores verdaderamente requieren es una mayor confianza en que los gobiernos no cambiarán las reglas después de concretarse la inversión.

El G20 asumió su forma actual como respuesta a la crisis generada por malas prácticas bancarias. En los últimos cinco años, los miembros del G20 han logrado un avance considerable en la reforma del sistema financiero mundial. Pero esta labor está aún inconclusa. Australia tendrá como prioridades: desarrollar la capacidad de recuperación de los bancos; ayudar a prevenir y gestionar el fracaso de instituciones financieras de alcance mundial; hacer más seguros los mercados de derivados financieros; y mejorar la supervisión del sector bancario paralelo. También trabajaremos con los miembros del G20 para continuar la reforma de las instituciones financieras internacionales, incluyendo para dar una mayor voz a las economías emergentes.

El desafío para las autoridades es mantenerse a la par de los acontecimientos – en lugar de reaccionar tardíamente como lo hicieron antes de la crisis – y preservar la confianza de la gente.

La energía es otro tema importante. Debemos:
• Aumentar la transparencia de los mercados de energía.
• Iniciar un debate sobre la gobernanza mundial en energía. Los antecedentes de este tema tienen que ver con la restringida composición de la Agencia Internacional de la Energía.
• Estudiar la posibilidad de un mecanismo de intercambio de información para ayudar a gestionar las grandes perturbaciones de suministro de los mercados de gas.

El G20 también seguirá luchando contra la corrupción. La corrupción aumenta los costos para las empresas y priva a los países en desarrollo de hasta 40 mil millones de dólares por año. Hay medidas prácticas que todos los miembros del G20 pueden tomar para reducir los costos de la corrupción para el crecimiento y el desarrollo.

Hay otras áreas importantes en las que se sigue trabajando en el G20. La labor de definir un marco de desarrollo más allá de 2015, que tiene una importancia crítica, también es pertinente para el G20. Si bien el foro idóneo para estas deliberaciones es Naciones Unidas, podría resultar valioso procurar el apoyo político de los líderes del G20.

De modo similar, Australia considera que el G20 tiene un papel que desempeñar respecto de la seguridad alimentaria, tanto para proveer ya alimentos suficientes a los 870 millones de personas que padecen hambre de manera crónica, como para satisfacer la demanda de más largo plazo. El G20 está bien posicionado para mejorar las condiciones de mercado y la productividad agrícola a través de estrategias de crecimiento económico.

Para alcanzar estos objetivos, elaboraremos “Estrategias de crecimiento” propias de cada país miembro, a fin de aportar a un plan de acción para todo el G20. En Brisbane habrá un debate respetuoso pero firme acerca del plan nacional de cada país. Cada uno de nosotros puede aprender de una deliberación exhaustiva sobre los problemas que todos enfrentamos; y, lo que es aún más importante, sobre los problemas que sólo pueden solucionarse mediante la labor mancomunada de los países en conjunto. Para resultar eficaces, estas estrategias de crecimiento deberán incluir medidas prácticas para mejorar la productividad y la competitividad, fortalecer la inversión en infraestructura, fomentar el comercio, facilitar los negocios e impulsar el empleo.

El G20 también colabora estrechamente con grupos no gubernamentales. Se han establecido comités organizadores australianos en las áreas de empresas, sociedad civil, trabajo, think-tanks y juventud, para colaborar con sus pares en los países miembros del G20. La Embajada celebra la interacción en la Argentina con los representantes locales para estos grupos asociados, llamados B20, C20, L20, T20 e Y20: ¡quizás con cierta falta de imaginación!

Conclusión: una perspectiva local

Para la Argentina, como para Australia, es importante estar sentados a la mesa principal de toma de decisiones a nivel mundial sobre temas económicos. Es un foro para hablar de temas clave como deudas nacionales, y el impacto que tiene el aumento de la deuda nacional de países como Estados Unidos en la economía mundial, y en todos nosotros. La necesidad de una acción regulatoria coordinada, que enfrente cuestiones como los bancos “demasiado grandes para fracasar” y la evasión de impuestos a través de las fronteras. La reforma de la gobernanza mundial en organismos como el FMI, el Banco Mundial y la Agencia Internacional de la Energía, para reflejar mejor la nueva realidad mundial. Las deliberaciones sobre desarrollo, agricultura, reestructuración de deuda soberana e impuestos son prioridades para la Argentina. Hemos trabajamos en conjunto en temas como agricultura. Obviamente, esperamos que Argentina sea partícipe activo del debate sobre comercio y cadenas de valor mundiales en el G20, y que tome medidas concretas para liberar las importaciones y, lo que es más importante, brindar mayor certidumbre y previsibilidad al comercio y las inversiones para facilitar el desarrollo de infraestructura, en particular. El comercio genera empleo y crecimiento económico, y nosotros alentamos a la Argentina, no sólo al Gobierno sino a la sociedad en su conjunto, a participar más estrechamente en este debate y analizar los costos que le produce a la Argentina el proteccionismo comercial, tanto para los consumidores como en términos de crecimiento económico y empleo. La Argentina está participando cada vez más en este debate: en noviembre del año pasado, una delegación de altos funcionarios y académicos australianos vino a la Argentina para asistir a una conferencia del G20 sobre “Consistencia de las políticas macroeconómicas y laborales”, organizada por la Argentina junto con Rusia, entonces presidente del G20.

Muchas gracias.