Vino de Honor de despedida a la Embajadora de Australia, Patricia Holmes
Palabras de la Embajadora de Australia Patricia Holmes
Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina
Buenos Aires, 4 de diciembre de 2014
Señor Vicecanciller Zuain, estimados Embajadores, colegas, señoras y señores:
Es con gran tristeza que me dispongo hoy aquí a despedirme de todos ustedes, y por cierto a despedirme de la Argentina. He disfrutado enormemente el tiempo que pasé en este país, y sin duda hemos logrado muchísimo.
Lamentamos que la salud de la Presidenta le haya impedido asistir a la Cumbre del G20 en Brisbane el mes pasado, pero fue un gusto recibir allí al Canciller Timerman y al Ministro Kicillof. Confío en que la Cumbre fue un éxito para la Argentina, y espero que ambos ministros, y la delegación en pleno, hayan tenido oportunidad también de disfrutar un poco de Australia. Sé que una buena cantidad de funcionarios argentinos han tenido que viajar ida y vuelta a través del Pacífico en este año, y debo decir que ¡me solidarizo con ellos en cuanto al jet lag!
Si bien siempre oímos hablar de lo lejos que está Australia de América Latina, muchos otros argentinos también atravesaron el Pacífico: los que trabajan en temas antárticos ¡no pueden evitar la peregrinación anual hasta Hobart! Y no fueron sólo funcionarios: los Pumas nos visitaron este año y, aunque no tuvieron suerte en Australia, ganaron por primera vez en el Rugby Championship en Mendoza contra los Wallabies: y yo tuve el “placer” de presenciarlo.
También visitaron Australia 500 jóvenes argentinos con el programa de visas de trabajo y vacaciones; y parece que todos la pasaron muy bien, ¡al menos a juzgar por los testimonios en Facebook!
Y en el otro sentido, cada vez más australianos visitan la Argentina, incluyendo empresarios, sobre todo en minería y agricultura. También han venido académicos y universidades, y la cooperación ha crecido. Y turistas, claro, que incluyeron a la hermana de Ali, su marido y quince de sus mejores amigos para celebrar su cumpleaños número 50. Entre ellos, una pareja amiga decidió aprovechar la ley argentina de matrimonio igualitario para casarse en Buenos Aires, y nuestra hija menor fue la damita de honor. Y pude darles a todos ellos consejos turísticos: no sólo sobre Buenos Aires, sino con respecto a todos los lugares que he tenido el privilegio de visitar: Mendoza, Bariloche, Rosario, Córdoba, Jujuy, San Juan, Salta, El Calafate, Ushuaia, Misiones. Y además, como muchos de mis colegas embajadores en Buenos Aires, disfruté de nuestros frecuentes viajes a Uruguay y Paraguay.
Permítanme agradecer al Embajador Zuain y a todos los estupendos, excelentes funcionarios de la Cancillería, especialmente al Embajador argentino en Canberra, uno de los diplomáticos más conocidos en Australia, quien hace poco recibió en su Residencia para cenar ¡al Primer Ministro australiano! A mis colegas embajadores, sin quienes esta travesía habría sido mucho más difícil y mucho menos divertida. A mi maravilloso equipo en la Embajada, sin quienes esta travesía habría sido imposible: tanto los australianos como los empleados locales, que comparten el deseo de estrechar los lazos entre nuestros países. Y por supuesto a mi familia, que me ha acompañado en esta travesía; y que en el camino ha aprendido conmigo a hablar castellano y a andar a caballo: aunque no llegamos a campeones de polo… ¡todavía!